Uno de los efectos más notorios de la pandemia en materia de recursos humanos es la flexibilidad en los esquemas de trabajo, porque las empresas tuvieron que adaptarse a las restricciones y al contexto que exigía reforzar la seguridad y salud de los colaboradores.
Sin duda, el esquema laboral que más fuerza tomó, fue el trabajo vía remota o a distancia, el cual no solamente se refiere al home office, sino que se abrieron opciones como las áreas de coworking (un grupo pequeño de colaboradores en diferentes sedes, interconectados entre sí) o el itinerante (personas que se mueven continuamente entre distintas sedes, pero que no están en una oficina fija).
A raíz del Covid-19, el home office en México pasó de un 39% a un 68% de colaboradores trabajando bajo este esquema, entendiéndolo como la persona que trabaja desde su casa, a través de herramientas digitales con las que está conectado con los demás integrantes de la empresa.
La flexibilidad no será pasajera, aún en la nueva realidad es muy probable que muchas compañías permanezcan con lo que hoy conocemos como esquemas de trabajo híbridos y entender estas modalidades será uno de los retos principales para las áreas de recursos humanos.
Según una encuesta realizada por KPMG, 6 de cada 10 compañíasmantendrán algún esquema híbrido operando en su plantilla laboral. Las modalidades o esquemas híbridos son aquellos que combinan el trabajo en oficinas o en una sede física con espacios virtuales o vía remota.
Flexibilidad laboral y reclutamiento
Estos esquemas flexibles de trabajo tienen una influencia directa en los procesos de selección, reclutamiento, contratación e inducción de los trabajadores para una empresa.
Al reclutar personal las áreas de RRHH deberán tener en cuenta lasnecesidades cambiantes de contratación y lo que los candidatos buscan de una empresa.
Reclutar en un esquema de flexibilidad laboral representa retos y oportunidades. Primero, porque los candidatos están buscando trabajos híbridos, sea por seguridad, por comodidad o porque descubrieron que aumentó su productividad durante la pandemia.
De hecho, 89.61% de los mexicanos desea tener una mayor decisión en definir cómo y cuándo quieren usar los espacios de trabajo después de la pandemia.
Segundo, la nueva normalidad no es un regreso a lo que antes se conocía, sino a un contexto diferente al que las empresas deben adaptarse y, por tanto, para ser rentables, productivas y competitivas impulsarán la flexibilidad laboral.
Tercero, porque entran en juego nuevas tecnologías, perfiles y procesos que las áreas de recursos humanos deben tener en cuenta para realizar una tarea eficiente en cuanto al nuevo personal.
Las empresas que adopten la flexibilidad laboral tendrán que renovar planes y estrategias, podrán generar ahorros en los procesos de reclutamiento y atraer al talento adecuado.
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Fuentes consultadas:
